"Art is the only serious thing in the world. And the artist is the only person who is never serious" Oscar Wilde.



"Haz lo necesario, después todo lo posible, y así conseguirás hasta lo imposible" San Francisco de Asís


jueves, 21 de noviembre de 2019

Balenciaga y la Pintura Española

Del 18 de junio al 22 de septiembre se celebró en el Museo Nacional Thyssen Bornemisza la maravillosa exposición "Balenciaga y la Pintura Española", de modo que unas amigas y yo nos acercamos a verla sin dilación.

El espíritu de la muestra era enlazar el trabajo de Cristóbal Balenciaga, uno de los diseñadores más admirados e influyentes de todos los tiempos,  con la tradición de la pintura española entre los siglos XVI y XIX. Asi a través de 56 obras podemos contemplar diferentes diseños, en relación siempre con las características propias de cada pintor: El Greco, Zurbarán, Velázquez, Murillo, Goya...

La conexión se basa tanto en las formas conceptuales e incluso arquitectónicas de los diseños como en la complicidad cromática, estableciendo un diálogo entre costura y pintura, entre la creatividad del diseñador y sus fuentes de influencia (www.museothyssen.org). En definitiva, una absoluta y completa forma de apreciar el arte, un absoluto deleite estético; os apetece acompañarme?

La primera sala, Balenciaga y el arte, está dedicada a una serie de obras que el diseñador tuvo la oportunidad de contemplar en "Vista Ona", el palacete de los Marqueses de Casa Torres en Getaria, en el que trabajaba su madre. Así podemos admirar aquí el magnífico diálogo que se establece entre el retrato del "Cardenal Luis María de Borbón y Vallabriga" de Goya, y un espectacular conjunto de vestido y chaquetilla de noche en color rojo.


O bien el "duelo" que se establece entre un espectacular traje de noche con capelina en azul y el manto, del mismo color, de la "Inmaculada Concepción" de Murillo.


La segunda sala está dedicada a El Greco, mostrándonos la influencia que el pintor cretense ejerció sobre nuestro diseñador. Así, a través de diferentes obras todas ellas de temática religiosa: "La Anunciación", "La Ascensión de María", "El Salvador del mundo"... vamos encontrando vestidos cuyos colores parecen querer reproducir la intensidad cromática, la luminosidad, la volatilidad y elegancia con la que El Greco pintase las túnicas y mantos de de sus vírgenes, ángeles y santos. 




Formas y volúmenes se reflejan aquí en algunas de las más hermosas creaciones de nuestro diseñador.

La tercera sala es una de mis preferidas. Está dedicada a la Pintura de Corte y en ella podemos encontrar a su vez tres zonas: "Negro" en la que predominan las composiciones en dicho tono, resultando desde mi punto de vista las más elegantes, y por tanto imprescindibles en cualquier armario. 

Fue la corte de Felipe II la que convirtió el uso de las ropas de color negro en un símbolo de poder y elegancia en toda Europa, llegando a considerarse  una verdadera seña de identidad de la monarquía española. A lo largo de su carrera, Balenciaga dedicó varias colecciones al negro, enamorado de la sobriedad del color, que le  permitía reinterpretar el diseño de una manera muy personal, naciendo así algunas de sus más celebradas creaciones. 

De este modo, el blanco y negro del "Retrato de la VI Condesa de Miranda", o el "Retrato de Juana de Austria" de Coello, se ven reflejados en espectaculares trajes de noche: 



"Estilo de vida": cuando Balenciaga se traslada a París en 1936, contacta con los más importantes fabricantes de tejidos, así como artesanos especializados en el empleo de botones, plumas y flores. Queda fascinado por estos elementos, de forma que decide incluirlos en muchas de sus creaciones de alta costura.

Podemos encontrar aquí, junto a las pinturas de Juan de Arellano, Gabriel de la Corte y Benito Espinós, una impresionante capelina de plumas, un magnífico conjunto en seda y organza con aplicaciones florales, o un espectacular vestido rosa, con bordado Algiers en hilo de tul:




"Bordado": dentro de las colecciones de Balenciaga es frecuente encontrar piezas que destacan por su gran ornamentación: lazos, guipur, ricos bordados, rosas, brocados... Así en esta sección, junto a los retratos de "Anna de Austria" de Sánchez Coello, y de "Isabel de Borbón, esposa de Felipe IV" de Rodrigo de Villandrando entre otros, encontramos algunas de las más hermosas, elegantes y sobrias creaciones del diseñador:









Pasamos ahora a la sala dedicada a Francisco de Zurbarán. Debido a su maestría para representar la riqueza y movimiento de los textiles en sus cuadros, Zurbarán es considerado por muchos como el primero de los diseñadores de moda. Su infuencia se deja sentir en la forma en la que Balenciaga juega con volúmenes y pliegues. 



Encontramos aquí una serie de vestidos de novia, entre ellos el que luciese Fabiola de Mora y Aragón en su matrimonio con el Rey Balduino de Bélgica, que enfrentan sus blancos, formas y texturas, con los hábitos de los frailes que inmortalizase Zurbarán.



Y pasamos ahora a Francisco de Goya, uno de los principales referentes de Balenciaga, empeñado en reflejar en sus modelos la estética de su España natal. Su influencia se aprecia no sólo en los vestidos y accesorios, sino en el magistral dominio del color. Así, junto a los retratos de la "Marquesa de Lazán", la "Reina María Luisa" o la "Duquesa de Alba", nos adentramos en una sección en la que predominan los encajes, tules, lazos y perlas, al más puro estilo "goyesco".






Bueno, pues llegamos así a la última sala, dedicada a los Siglos XIX y XX. Nos encontramos aquí con la influencia que sobre el diseñador ejercen el folclore, los trajes regionales españoles y la moda costumbrista de finales del siglo XIX e inicio del siglo XX, reflejados en las pinturas de Ignacio Zuloaga o Ramón Casas, entre otros.

Son numerosos los ejemplos que podemos ver en esta zona, desde un vestido de cóctel en tafetán con tiras bordadas que pretende simular el que viste "La bailaora Josefa Vargas" de Antonio María Esquivel, a las chaquetillas de inspiración taurina similares a la que viste "Julia" en el retrato de Ramón Casas, o el terciopelo negro con cuello de encaje blanco inspirado en "Flor de Santidad" de Julio Romero de Torres. Y sin duda, como plato fuerte, el vestido de noche en tafetán cuyas lineas y color reflejan el "Retrato de Rosario de Silva y Gurtubay, Duquesa de Alba" de Zuloaga.









Bueno, pues hemos llegado al final de nuestro recorrido. Espero que os haya gustado, y lo hayáis podido disfrutar tanto como nosotras.

Sin más, me despido como siempre dando la bienvenida a los nuevos seguidores, y agradeciendo de corazón todas vuestras visitas y cariñosos comentarios. Prometo no volver a abandonar este pequeño rincón durante tanto tiempo, pero la vida y las circunstancias son las que mandan.

Un Fuerte Abrazo y Sed Felices!



9 comentarios:

  1. Hay que ver que antes se usaba mucha tela y ahora casi nada.
    Un besazo preciosa .

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Toda la razón, Imanara. Se han perdido la elegancia y el glamour.
      Un besazo y gracias por la visita!

      Eliminar
  2. ¡Un post magnífico, Mercedes!
    Me ha encantado ver ese diálogo entre los grandes maestros y las creaciones de Balenciaga.
    Un placer volver a leerte.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi querida Isabel, mil gracias por estar ahí y por tus palabras. Ya sabes, la vida a veces no nos deja estar aquí, pero siempre os llevo en el corazón. Un besazo enorme!!

      Eliminar
  3. Un recorrido y un argumento como siempre Mercedes...espléndido. Besitos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tus palabras Susana, me alegra que te haya gustado.
      Un besazo!

      Eliminar
  4. Un recorrido y un argumento como siempre Mercedes...espléndido. Besitos

    ResponderEliminar
  5. Que hermosas creaciones, muy interesante!
    Besos

    ResponderEliminar