Bueno, la verdad es que gracias a mi amiga Laura que no para, me ha entrado el gusanillo muñequero, y he decidido desempolvar las muñecas de mi niñez, auténticas originales setenteras y ochenteras, y aceptar el desafío de devolverles toda su "grandeza", algo malparada después de tres mudanzas y una vida ajetreada.
Manos a la obra: para empezar aquí tenemos a la señorita "Barbie Superstar" (todo un clásico) dando la impresión de acabar de salir de un incendio, no sabemos si ha perdido pelo, pero desde luego el traje lo podemos tirar a la basura.
Lo primero lógicamente es un buen baño, y una sesión de peluquería, dejando una buena mascarilla actuar durante dia y medio. Tras retirar la mascarilla el pelo estaba un poquillo "lamido" así que vuelta a lavarlo con el 5 soluciones de L'Oreal. Bueno, esto ya es otra cosa.
Ahora nos queda recuperar la sonrisa, unos dientes muy blancos, y unos labios color coral, obra y gracia de las pinturas acrílicas y un toquecito de barniz brillante.
Pasamos por la modista, y adquirimos un modelo veraniego que resalta nuestra cinturita de avispa, unos buenos tacones, bolsito, y....