Hola a todos! Cómo estáis? Espero que disfrutando muchísimo del verano! Después de un tiempecito sin publicar, aquí me tenéis de nuevo, con muchas cosas para compartir!
Hoy quisiera hablaros del "Museo de Bellas Artes de Sevilla", la segunda pinacoteca de España. Y es que no se puede visitar la capital hispalense sin hacer una parada en esta joya de nuestro patrimonio, de modo que lo primero que hice al llegar a Sevilla fue dejar las maletas en el hotel, y pasar la tarde disfrutando, tanto del espectacular edificio en el que está ubicado, como de las maravillosas obras de arte que guarda en su interior. Os apetece acompañarme en este recorrido virtual?
Fundado como "Museo de Pinturas" en el año 1835, abrió por primera vez al público en 1841, con obras procedentes de distintos conventos y monasterios desamortizados, de ahí que el grueso de la colección sea de temática religiosa, y más concretamente del barroco sevillano.
El edificio ocupa el antiguo "Convento de la Merced Calzada" (de estilo mudéjar), fundado por San Pedro Nolasco tras la conquista de Sevilla en 1248. A lo largo del siglo XVII sufrió diferentes transformaciones, y así en 1603 se derriba el antiguo convento y se empieza a levantar el actual edificio, en este caso en estilo manierista andaluz. En 1612 se había concluido el templo, y casi medio siglo después se da por terminado el edificio.
La entrada principal se encuentra frente a la Plaza del Museo, en la que debemos hacer un alto para contemplar la estatua del considerado "Pintor de Sevilla", Bartolomé Esteban Murillo, sin duda el más querido en el ámbito popular.
Precisamente de dicha estatua existe una réplica exacta frente al Museo del Prado.
En la fachada que da a esta plaza nos encontramos la portada del antiguo convento, destinada ahora a entrada principal, aunque originalmente se situaba en el extremo contrario del edificio. Diseñada por Miguel de Quintana en 1729, en ella destaca un arco de medio punto flanqueado por dos pares de columnas sobre sendos pedestales. Sobre el arco, una hornacina que contiene las figuras de la Virgen de la Merced, San Pedro Nolasco y el Rey Jaime I de Aragón, rodeada a su vez por dos columnas salomónicas. Finalmente en el ático, vemos el escudo de la Orden de la Merced .
Si doblamos la esquina del edificio, podemos encontrar, adosada a él, la Capilla de la Hermandad del Museo, adornada con una preciosa iconografía religiosa:
Bien, entremos al Museo. Lo primero que encontramos es un imponente vestíbulo, decorado con paneles de azulejos que proceden también de distintos conventos sevillanos desamortizados. Destaca el arco de acceso, realizado hacia 1600 por Hernando de Valladares para el Convento de San Pablo:
El edificio está articulado en torno a tres patios y una gran escalera, con la Iglesia en un extremo. Nada más cruzar el vestíbulo, accedemos al "Patio del Aljibe", así denominado por el pozo que se encuentra en el centro:
Se trata de un claustro porticado distribuido en cuatro galerías, ricamente adornadas por azulejos, entre los que destaca el panel de la Virgen del Rosario, realizado por Cristóbal de Augusta en 1577:
Continuamos nuestro itinerario, y a la derecha nos encontramos con un pequeño y agradable jardín denominado "Patio de las Conchas", situado en el espacio que antes ocupase la sacristía:
Caminamos un poquito más y llegamos al patio mayor de todos, el "Claustro Mayor". Consta de dos cuerpos, el inferior con arcos soportados por columnas de mármol que forman galerías abiertas, y el superior en el que se abren numerosas balconadas. En el centro encontramos una gran fuente, que junto a la rica vegetación nos proporciona un agradable frescor. Desde aquí podemos apreciar la espadaña de la antigua Iglesia, que hoy alberga la sala V del Museo:
Como en los anteriores, la azulejería que decora las galerías procede de conventos y monasterios desamortizados. Cabe destacar además el fabuloso techo de casetones de la galería baja, y un impresionante relieve en bronce realizado por Antonio Susillo en 1893: "La presentación de Cristóbal Colón a los Reyes Católicos en el Salón del Tinelio en Barcelona":
Y llegamos al último de los patios, el "Patio de los Bojes", así llamado por los setos de boj, que perfectamente recortados, van formando bellos dibujos alrededor de la fuente central. En este caso la galería no presenta zócalo de azulejos, y en ella se exponen obras de arte de diferente antigüedad y procedencia:
Destacar el suelo, en el que pequeños azulejos se distribuyen con orden geométrico, como le gusta a mi amigo Chema ☺
Bueno, pues una vez que hemos recorrido los diferentes patios, que como veis tienen un gran valor artístico, así como una imponente belleza, procedemos a visitar las salas de exposición de esta planta baja.
La Sala 1 se encuentra dedicada a la pintura y escultura sevillanas en el siglo XV: se exponen obras del Gótico español y del comienzo de la Escuela Sevillana, destacando en pintura Juan Sánchez de Castro y los artistas de su círculo, mientras que en escultura sobresalen Pedro Millán y Mercadante de Bretaña.
"Cristo atado a la columna" de Pedro Millán (s XV)
"Pila Bautismal" procedente del Hospital de San Lázaro (s XIV-XV)
La Sala 2 está dedicada al Arte del Renacimiento: este se introduce en Sevilla con la llegada de artistas italianos y flamencos. Podemos ver aquí obras de "El Greco" y Lucas Cranach, así como la fascinante escultura de "San Jerónimo" de Pietro Torrigiano.
Fijaos en el maravilloso techo, de la época original del convento.
"Fray Hortensio Felix Paravicino" (siempre me ha parecido guapísimo ☺)
"Tríptico del Calvario" de Frans Francken I (hacia 1585)
"Retablo de la Redención" de Juan Giralte ,1562
(procedente del Convento de Santa Catalina de Aracena)
"San Jerónimo penitente" de Pietro Torrigiano, 1525
(procedente del Monasterio de san Jerónimo de Sevilla)
La Sala 3 está dedicada al Manierismo: nos muestra la obra de los pintores que trabajaron en Sevilla en el último tercio del siglo XVI, como Francisco Pacheco, Alonso Vázquez y Vasco Pereira.
La Sala 4 se dedica al Naturalismo, concretamente a los inicios del movimiento en la escuela Sevillana, con obras de Francisco Pacheco, y sus discípulos: Diego Velázquez y Alonso Cano.
La Sala 5 se dedica a Murillo y la Escuela Sevillana del Barroco, mostrando la gran obra pictórica del siglo XVII que se inicia con Alonso Vázquez y Roelas, continúa con Zurbarán y Juan del Castillo y culmina con Murillo, máximo exponente del Barroco Sevillano.
Bueno pues hemos terminado con la planta baja, de modo que pasamos a la segunda parte de la exposición, y para ello debemos subir a la planta superior por la maravillosa "Escalera Imperial".
Realizada en 1612 por el arquitecto Juan de Oviedo y de la Bandera, consta de dos cuerpos ricamente decorados, claro ejemplo del estilo manierista. Está coronada por una cúpula octogonal, aún más profusamente decorada si cabe,con toda una iconografía religiosa dedicada a la Virgen María. El conjunto es de una belleza extraordinaria.
Tenemos aquí la Sala 6, dedicada al Barroco español y sevillano, destacando la serie de Santas Mártires del obrador de Zurbarán.
"Cristo crucificado" de Zurbarán (1635)
Es de un realismo maravilloso y sobrecogedor
La Sala 7 dedicada a Murillo y sus discípulos, algunos de los cuales continuaron su estilo y temática como Juan Simón Gutiérrez.
"Estigmatización de san Francisco" de Murillo (1645-1650)
La Sala 8 dedicada a Juan de Valdés Leal, con las series para el Monasterio de San Jerónimo y para la Casa Profesa de la compañía de Jesús en Sevilla.
"San Ignacio y san Francisco contemplando la Eucaristía" de Valdés Leal
(1674) Casa Profesa Compañía de Jesús.
La Sala 9 se dedica a la Pintura Barroca Europea, especialmente flamenca e italiana con obras de José de Ribera y Jan Brueghel el Joven.
La Sala 10 se dedica a Francisco de Zurbarán, con las obras que realizó para la Cartuja de las Cuevas y el Convento de San Pablo de Sevilla. Junto a ellas esculturas de Juan Martínez Montañés y Juan de Mesa.
"Jesús Crucificado Expirante" de Francisco de Zurbarán (1630-1640)
"San Hugo en el refectorio" de Zurbarán (1655)
Destaca el techo mudéjar de esta sala, procedente de la casa-palacio de los Tavera,
que desapareció a mediados de los años 70.
La Sala 11 se dedica a la Pintura sevillana del siglo XVIII, período en el que continúa la impronta de Murillo y Valdés Leal, junto a la apertura a distintas corrientes europeas. Completa la sala un retrato realizado por Francisco de Goya.
"Gloria de ángeles niños" de Juan Simón Gutiérrez y "Piano" de Juan de Miraval (1750)
La Sala 12 se dedica a la Pintura sevillana del siglo XIX, mostrándonos su evolución desde el Costumbrismo romántico al Realismo. Destaca la obra de García Ramos, José Villegas y Gonzalo Bilbao.
"Retrato de Gustavo Adolfo Bécquer" realizado por su hermano Valeriano Domínguez Bécquer (1862) Confieso que me podría pasar horas y horas mirando este cuadro, porque es absolutamente maravilloso!
"Retrato de Lucía Monti" de José Villegas Cordero (1890)
Por su parte la Sala 13 se dedica a la Pintura sevillana del siglo XX, con obras de las primeras décadas, entre otros de Gonzalo Bilbao y Gustavo Bacarisas.
"Hasta verte, Cristo mío" de José García Ramos (1905)
"Malvaloca" de José García Ramos (1912) Donación de doña María Álvarez Quintero.
"Sevilla en fiestas" de Gustavo Bacarisas (1915)
Y finalmente la Sala 14 se dedica a la Pintura española del siglo XX con obras de Zuloaga, Vázquez Díaz y Sorolla.
Bueno, pues con esto hemos llegado al final de nuestra visita. Si habéis llegado hasta aquí, muchísimas gracias por acompañarme, y ya podéis ir a por un buen refrigerio que os lo habéis ganado! Sinceramente espero que os haya gustado, y sobre todo, que haya despertado vuestro interés y os animéis a visitar un extraordinario Museo, buena muestra de la gran calidad del arte español a través de los siglos.
Sin más me despido dando la bienvenida a las nuevas seguidoras que espero disfruten de ratitos muy agradables en este pequeño rincón, y agradeciendo de corazón todas vuestras visitas, comentarios, sugerencias... ya sabéis que son el motor de este blog.
Os deseo un buen fin de semana, y aquellos que estéis de vacaciones, descansad, recargad pilas y disfrutad mucho! A los que todavía nos os han llegado, paciencia que ya queda menos!
Un Abrazo y Sed Felices!
qué maravilla y qué cantidad de cosas!! las matemáticas -concretamente la geometría- están en todas partes. en los arcos, en las cúpulas, en los mosaicos... ese tipo de mosaico con baldosas rectangulares rojizas contrapeadas y pequeños baldosines cuadrados blancos cuadrados rellenando los huecos es todo un clásico.
ResponderEliminarel retrato de bécquer es muy famoso. es la imagen que tenemos de él. ya que en tiempos pasados no existían las fotos, los retratos son el documento gráfico del aspecto físico y la vestimenta de la gente de la época.
besos, guapa!!
Muchas gracias Chema! Me imaginaba que te gustaría, y con lo buen observador que eres sacarías muchas asociaciones matemáticas.
EliminarComo sabes me apasiona el siglo XIX de modo que disfruté como una enana en la sala dedicada a los retratos de la época; me encanta la forma de vestir, ese romanticismo y elegancia que se desprenden.
Un besazo guapo!
¡Un recorrido maravilloso! para estarse horas paseando por él. Un abrazo
ResponderEliminarTienes razón Mari Carmen, además es un museo que normalmente está muy tranquilo, nada abarrotado, así que se puede disfrutar con tranquilidad.
EliminarUn besazo guapa!
¡Me alegra que disfrutarás de tu visita! Yo me acerco cada dos por tres pues es uno de mis rincones favoritos de Sevilla. Pasear por sus salas me transmite mucha paz y para mi, licenciada en Arte, es un puro placer. Te puedo asegurar que siempre descubro algún detalle, alguna visión diferente de las obras que van modificando mi gusto según mi edad. Para mi, la sala V es imperdible .
ResponderEliminarLa próxima vez que vengas avisame y nos
conocemos en persona.;)
Besos
Hola Isabel! No sabía que vivías en Sevilla!! Que suerte tienes, es una ciudad preciosa,repleta de joyas artísticas, así que me imagino lo que debes disfrutar siendo como me dices licenciada en Arte,todo un lujo!
EliminarCoincido contigo en que la sala que se encuentra en la Iglesia es maravillosa, pero por desgracia cuando estuve tenían trabajos de acondionamiento y no se podía disfrutar en su plenitud (buena excusa para volver otra vez :))
Me encantará acisarte cuando vuelva, de hecho aproveché para conocer en persona a otra amiga y reencontrame con otra a la que hacía años que no veía. Es lo bueno que tienen los viajes, así que queda pendiente!
Un besazo guapa!