El "Museo Rodin" abrió sus puertas al público en 1919. Como sucede con los dos museos a los que me he referido en las entradas anteriores, su importancia reside, no sólo en las colecciones que alberga, sino en su privilegiada ubicación.
Se encuentra situado en un antiguo palacete, joya de la arquitectura "rocalla" parisina, conocido como "Hôtel Biron".
En un principio se trató de un palacete particular, mandado construir entre 1727 y 1737, por un rico financiero, quien sin embargo murió sin poder llegar a contemplarlo terminado. Su viuda lo alquilará de por vida a la "duquesa del Maine", y al morir esta, se lo vende definitivamente al "mariscal de Biron", quien realizará algunas modificaciones en el edificio, pero presta especial a los jardines, convirtiéndolos en unos de los más bellos y famosos de París. Es precisamente del mariscal, de quien el Hôtel toma el nombre que conserva en la actualidad.
A partir de 1788 son muchos y variados los inquilinos del palacete: duques, cardenales, o incluso el embajador de Rusia. En 1820, la última propietaria vende toda la finca a tres religiosas, pertenecientes a la orden del "Sagrado Corazón de Jesús", quienes establecen aquí un colegio para señoritas. Entre los cambios que introducen en la finca, se encuentra la construcción de una "Capilla", de estilo "neogótico", para que las hermanas pudiesen practicar su culto.
Sin embargo, la compañía se disuelve en 1904, las hermanas abandonan el lugar y la Capilla se cierra. Cuando el "Museo Rodin" abre sus puertas en 1919, este espacio será utilizado como sala de exposiciones, destinado fundamentalmente a las "colecciones temporales".
A partir de 1905, el "Hôtel Biron" empieza a recibir inquilinos de nuevo, y esta vez no se trata de duques o condesas sino de numerosos artistas: el escritor Jean Cocteau, el pintor Henri Matisse, la bailarina Isadora Ducan o el poeta Rainer Maria Rilke. Es precisamente a través de este que Rodin descubre la finca y decide alquilar cuatro estancias para instalar aquí sus talleres. Aprovecha igualmente el jardín para instalar algunas de sus obras y su colección de antigüedades, y en 1911 ha ocupado ya todo el hotel.
Ese mismo año la finca es vendida al estado, y todos los inquilinos la abandonan, excepto Rodin, quien se niega a marcharse. A cambio y según sus propias palabras "Dono al Estado toda mi obra en yeso, mármol, bronce, piedra y mis dibujos, así como la colección de la Antigüedad que me complace haber reunido para el aprendizaje y la educación, tanto de artistas como de trabajadores. Y solicito al Estado que conserve el hôtel Biron que será el museo Rodin con todas estas colecciones, reservándome el derecho de residir en él durante toda mi vida.”
Nace así el "Museo Rodin", formado por el "Hôtel Biron" y su jardín, que como hemos dicho, sería oficialmente inaugurado en 1919, y dedicado a exponer todas las obras donadas por el escultor (tanto sus propias esculturas, como dibujos, estampas, cerámicas o fotografías de su colección personal).
El museo ofrece la oportunidad de visitar tanto el complejo entero, como únicamente el jardín, en el que existe además una terraza restaurante muy agradable. Dado que para mí era ya la tercera visita del día, y que la obra fundamental cuya contemplación me había llevado allí se encuentra en el jardín, opté por visitar únicamente este y aprovechar para comer disfrutando de tan privilegiado entorno.
Como habréis imaginado, la "estrella" del museo es la colosal estatua conocida como "El Pensador". Con sus imponentes dimensiones (180 cm de altura), y su característica pose, combinando un cuerpo perfectamente definido de hombre de acción, con una actitud reflexiva, del hombre que piensa y se hace preguntas, podemos decir que estamos contemplando una de las esculturas más famosas de todos los tiempos.
Lo cierto es que es una escultura que siempre me ha fascinado, desde que la viera siendo muy pequeña en mis libros de historia, e incluso desde que tuviese que dibujarla (sin ningún éxito por cierto) en el colegio, por tanto debo decir que poder contemplarla, alzándose majestuosa hacia el azul del cielo parisino, fue una sensación muy especial.
Dejamos atrás a nuestro pensador, después de una agradable y soleada sobremesa, para empezar a recorrer el museo-jardín:
Si os fijáis, detrás del "El Pensador" se encuentra la "Capilla"
El "jardíncito" cuenta con una superficie de nada más y nada menos que tres hectáreas (una vueltecita de nada jajaja), y en él iremos encontrando distintas obras maestras del autor, primorosamente distribuidas entre una rosaleda, grandes parterres, terrazas, fuentes y rocallas.
"Monumento a Balzac" (1898)
"Monumento a Victor Hugo" (1890)
Figuras de“Los Burgueses de Calais” (1889)
Al fondo se aprecia la "Galería de los Mármoles" hoy acristalada
Estas hortensias me dejaron auténticamente impresionada
Figura de“Los Burgueses de Calais” (1889)
"Monumento a Claudio de Lorena"
"El Genio del reposo eterno"
"Ugolino y sus hijos"
Y así, después de tan increíble paseo, nos despedimos de un jardín repleto, no sólo de obras de arte, sino de bellos y delicados rincones:
Bueno, pues por hoy esto es todo. Me despido deseando que os haya gustado la entrada. La verdad es que este es uno de esos rincones de París que no hay que dejar de visitar; no en vano los propios parisinos aprovechan los días soleados para comer, leer o simplemente descansar en estos maravillosos jardines.
Quiero dar la bienvenida a l@s nuev@s seguidores, que espero pasen por aquí ratitos muy agradables, y como siempre agradecer todas vuestras visitas, comentarios, sugerencias... Por cierto, aprovecho para recordaros que pinchando sobre cada foto, estas recuperan su tamaño original (pues hay quien me ha sugerido que ampliase el formato).
Os deseo a tod@s un magnífico fin de semana.
Un Abrazo y Sed Felices!
esta vez nos has enseñado un museo al aire libre. qué maravilla de jardines para pasear. ya recuerdo que pusiste en facebook fotos de la estatua del pensador. siempre digo que los avances científicos y sociales se han producido gracias a gente que se sentó a pensar. no te animarías ahora a intentar dibujarla de nuevo? ahora tienes más habilidades que cuando eras niña. :)
ResponderEliminarbesos!!
Me encanta este escultor, cuando lo estudiaba en la carrera era una de mis referencias :). Me apunto el destino para ir :)
ResponderEliminarUn besazo
hola!! que bonitos reportajes sobre los museos, estoy recordando el viaje que hicimos con mi madre a Paris hace un tiempo, qué bonito es todo y cuántas cosas por ver y disfrutar. Nos quedamos cortas de tiempo y bueno, aquello que piensas... habrá que vover, jeje. Muchas gracias por venir a visitarme, ahora he leído tu comentario sobre la crema de calabaza, y la haré como tú dices, con la cucharadita de curry, me encanta!! un beso y hasta pronto!
ResponderEliminarSilvia
Hola. tus fotos en el museo y en parís me traen super buenos recuerdos... siempre es un placer visitar la capital del Sena y más en buena compañía. Tus fotos son preciosas y se nota que disfrutaste con el viaje. Menuda envidia!!! seguimos en contacto
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