"Art is the only serious thing in the world. And the artist is the only person who is never serious" Oscar Wilde.



"Haz lo necesario, después todo lo posible, y así conseguirás hasta lo imposible" San Francisco de Asís


sábado, 23 de septiembre de 2023

"Qué Bello es Vivir!" y las mayores filfas jamás contadas

¿Quién no conoce la obra maestra de Frank Capra, "Qué bello es vivir!" ? Cuando era pequeña me encantaba verla una y otra vez, con aquellas estrellitas que hablaban en el Cielo y decidían el destino de las buenas personas. Aún no hace mucho la disfrutaba cada Navidad, devolviendo a ese feliz y emocionado George su "Merry Christmas" como uno más de los habitantes de Bedford Falls. Luego, la vida me enseñó la gran mentira que encierra esta película.


En la obra de Capra vemos a un hombre con sueños e ilusiones que trabaja duro para alcanzarlos. Él quiere viajar, ver el mundo, ha comprado ya la maleta... pero tiene la desgracia de ser un hombre responsable, de anteponer la obligación a la devoción, de poner siempre las necesidades de los demás por delante de las suyas, en definitiva, de hacer lo correcto. Y qué consigue con eso? Que sean otros (su hermano) los que consigan realizar sus sueños, mientras él se ve siempre enredado en lo correcto, obligado a quedarse una y otra vez por su propio sentido del deber y la responsabilidad. Y cuando el pobre hombre se da cuenta de que no ha conseguido en su vida nada de lo que se propuso, un "ángel en pruebas" aparece para demostrarle lo triste que sería (había sido) el mundo sin él. Desgracia tras desgracia se habían abatido sobre sus convecinos, su familia, sus amigos...simplemente porque él, George Bailey, no había existido. Y para acabar de convencerle, cuando desaparecen esas visiones, el bueno de George se ve recompensado con una enorme muestra de cariño y amistad de parte de todos ellos, que le ayuda a salir del atolladero en el que estaba metido.

La película se nos vendió como la historia de un "héroe sin capa", un tipo que sacrifica sus sueños por el bien de los demás y es premiado desde lo alto y desde lo bajo. Moraleja: tu vida es única y preciosa, aunque no lo creas eres importante para los demás, el mundo sería más triste sin ti, y sobre todo, si haces siempre lo que se espera de ti, recibirás tu recompensa. Aterriza, amigo. Todo eso es falso. El mundo no será ni mejor ni peor sin ti, tú no eres nadie y no le importas a nadie, en todo caso, resultas necesario cuando eres útil, y absolutamente prescindible en el momento en que no van a obtener nada de ti. 

Es curioso que a veces he estado con personas con las que me he sentido muy a gusto, y he pensado: "esto es una amistad a lo George Bailey". Jajajajaja, little fool, al cabo de unas semanas, unos meses, otro "buen amigo" me dice las lindezas que las primeras van diciendo por ahí sobre mí. O bien, en el mejor de los casos, cuando ya no pueden sacar de mí lo que necesitaban (ayuda laboral, alimento del ego, etc, etc) directamente me han dejado de hablar y si te he visto no me acuerdo. 

¿Que el mundo sería más triste sin ti? Olvídalo, como decía Eliza Doolittle: "There'll be spring every year without you. England still will be here without you, There'll be fruit on the tree, And a shore by the sea, There'll be crumpets and tea without you". 



Obviamente, aguantar toda tu vida cumpliendo lo que se espera de ti, sabiendo que a nadie le importas un carajo, muy gratificante y motivador no es, por tanto, si lo que interesa es que lo sigas haciendo, tienen que hacerte creer que merece la pena, que si eres bueno y te sacrificas, vas a obtener tu recompensa, el amor y el cariño de los demás, ayuda y salvación cuando seas tú el necesitado. No sé, Rick. Parece falso... y lo es, más que un euro de madera. Si eres de esos que tienen conciencia, de los que hacen las cosas simplemente porque sabes que es lo que se tiene que hacer, seguirás haciéndolo hasta que te mueras, cosa que por cierto harás solo y sin que a nadie le importe. Sic transit, amigo.

Vamos a otro clásico navideño por excelencia, "Christmas Carol". Os habéis preguntado alguna vez cuándo la gente empieza a ser amable con Scrooge? Cuándo le sonríen, cuando bailan y cantan a su alrededor? Exactamente, cuando empieza a aflojar el bolsillo: un pavo, días libres, un abrigo, una bufanda... Si el viejo no hubiera soltado un penique, habría muerto solo y congelado en su casa y los vecinos habrían bailado en su ataúd. Y es que "tanto tienes, tanto vales".


Otra de las mayores filfas jamás contadas es eso de "algún día llegará alguien que vea la maravillosa persona en la que te has convertido y te amará más que a nadie en el mundo". Pues no, chatines, no llegará. A la gente le importa una higa la belleza interior, el amor verdadero y los finales felices. La gente va a satisfacer sus deseos y necesidades (del más variopinto cariz), para lo que, obviamente, no malgasta un segundo en buscar la belleza interior. Si eres feo, lo sentimos, no se aceptan devoluciones. Te morirás solo y con más motivo todavía si además eres uno de esos obsesionados con el deber.



La serie "LOST", la mejor de la historia, analiza como ninguna otra las distintas sensibilidades del ser humano. Perdidos, el título, no es cuestión baladí: todos y cada uno lo está, y no precisamente en la isla. Todos y cada uno tienen sus debilidades, sus flaquezas y sus demonios, todos necesitan desesperadamente redimirse, y es esa redención la que buscan allí. Pero quizás el más claro ejemplo de lo que quiero decir es John Locke. Un hijo no deseado de madre soltera, mediocrillo del montón, desesperado por el cariño y la aceptación de su padre, descubre un día que éste se le acerca y le manipula para conseguir que le done un riñón porque se está muriendo; cuando lo consigue, no sólo no le devuelve amor a su hijo, sino que le tira por una ventana y le deja paralítico. Hete aquí que la isla devuelve a Locke la movilidad de las piernas y una enorme confianza en sí mismo. John es capaz de afrontar todas las pruebas y peligros que allí encuentran con enorme determinación aunque desafíen a toda lógica y razón. Por qué? Pues él lo dice muy claramente: "Me niego a creer que todo lo que he sufrido en mi vida, todos los desprecios, todo el desamor, hayan sido para nada. Todo ello era necesario para llegar aquí, era necesario para cumplir mi misión"



Pero qué misión, Locke, hombre. Tú no has sido ni más ni menos desgraciado que nadie, tú eres utilizable, prescindible y desechable como cada hijo de vecino. Tus sufrimientos no te convierten en héroe, te convierten en un ser humano que ha venido aquí a padecer, o ¿de dónde crees que viene lo de "valle de lágrimas"? Que todos queremos pensar que nuestra miserable existencia tiene un propósito, para poder hacerla más llevadera? Probablemente sea la mayor ilusión aka mecanismo de adaptación con el que nos ha dotado nuestra bioquímica corporal. 

Como dijo ese gran filósofo llamado Fermín Romero de Torres: "Cuando uno es joven ve el mundo como debería ser, y cuando es viejo lo ve como es en realidad" (la obra, por cierto, es "El Laberinto de los Espíritus).

No sé si a estas alturas de la película queda alguien por ahí que se de una vueltecilla por este cuaderno de bitácora. Si es así, muchas gracias a todos, espero no haberos aburrido mucho.

Un Abrazo y Sed Felices.