"Art is the only serious thing in the world. And the artist is the only person who is never serious" Oscar Wilde.



"Haz lo necesario, después todo lo posible, y así conseguirás hasta lo imposible" San Francisco de Asís


viernes, 22 de enero de 2016

Notre - Dame de París

No se puede hablar de París sin hablar de "Notre-Dame", del mismo modo que es imposible  hablar del arte "Gótico" sin hablar de dicha Catedral.

Efectivamente, en el lugar que ocupase primero un templo romano dedicado al "dios Júpiter", y después una basílica cristiana (merovingia), se alza hoy majestuosa sobre el Sena, esta "Catedral de Catedrales".

Fue en 1163 cuando el obispo "Maurice de Sully" coloca la primera piedra de "Notre-Dame de París", iniciándose la construcción del coro. Durante 200 años más se fueron levantando las naves, la fachada y finalmente las impresionantes torres acabadas en 1245. A continuación vinieron las capillas de las naves y del coro, para completarse en 1250 la fachada del brazo norte del transepto, mientras la del brazo sur se iniciaba ocho años más tarde. Finalmente, en 1345 se dio por terminado el que sería considerado el mayor edificio religioso occidental hasta mediados del siglo XIII.


Sin embargo, si la mano del hombre había sido capaz de construir algo de semejante belleza, sería también capaz de amenazarla e incluso dañarla gravemente. Siglos de guerras fueron deteriorando su aspecto original, y especialmente durante la Revolución, corrió el riesgo de ser derribada en 1793 (muchas de sus estatuas resultan dañadas y robados sus tesoros), para terminar siendo dedicada a la "diosa Razón" cuando Robespierre instauró su culto. No obstante fue reconsagrada, para ser testigo de la "auto coronación" de Napoleón en 1804.

Con el "Romanticismo" la Catedral vuelve a ser apreciada, especialmente tras la publicación de una obra maestra de la literatura, la novela homónima de Victor Hugo. Publicada en 1831, "Notre-Dame de París" se centra en el lugar más extraordinario de la Catedral, sus torres (a las que dedicaremos su propia entrada), que el propio autor califica como "conjunto maravilloso y armónico". Es tal su admiración, que participará activamente en la campaña para la restauración definitiva de "Notre-Dame", llevada a cabo por Viollet-le-Duc entre 1844 y 1864. 

Os apetece que la veamos con más detalle? Os adelanto que las fotos están tomadas antes y después de subir a las torres, intervalo en el que hubo una típica tormenta parisina. Fijáos como cambia la luz en apenas dos horas; pero qué sería de París sin la lluvia y el olor de los castaños mojados?

Os recuerdo que si pincháis en cada fotografía esta adquiere su tamaño original, así podréis apreciar mejor cada detalle.

Empecemos con la fachada occidental, la más conocida y espectacular. Se encuentra dividida verticalmente por medio de columnas en tres partes, mientras que horizontalmente son dos galerías las que la van a dividir en tres planos; esto la otorga una perfecta proporcionalidad.  La organización de la fachada sigue un patrón jerárquico y geométrico: de arriba a abajo tenemos la torre norte, la torre sur, la Galería de las quimeras, el rosetón occidental, la Galería de los reyes y las puertas de acceso, localizadas en los tres portales que se abren en el plano inferior.

Como os he comentado, a las torres y la fascinante Galería de las quimeras les dedicaremos una entrada particular. Bajo esta última, en la parte central de la fachada, una galería de pequeños arcos entrecruzados discurre sobre dos colosales ventanales bíforos que flanquean el impresionante rosetón de 10 metros de diámetro, soberbio exponente del arte "Gótico". 



Delante del rosetón, encontramos un grupo escultórico dedicado a la Virgen con el Niño rodeada por ángeles, mientras que en cada ventanal aparecen respectivamente las estatuas de Adán y Eva.



Separando plano central e inferior encontramos la impresionate "Galería de los Reyes", con 28 magníficas estatuas que representan a los Reyes de Israel y de Judea. Fueron estas precisamente las más dañadas durante la Revolución, pues el pueblo enardecido, pensando que se trataba de los Reyes de Francia, no dudó en abatirlas. Años después fueron restauradas y se las volvió a colocar en su lugar original, para que podamos seguir contemplándolas generación tras generación.



Vamos al plano inferior, formado por tres portales del más puro estilo "Gótico":
  • Puerta del lado norte: Puerta de la Virgen.
  • Puerta central: Puerta del Juicio Final.
  • Puerta del lado sur: Puerta de Santa Ana.
      El Juicio final era probablemente el tema favorito de los artistas góticos, por ello no es extraño que ocupe la posición central:
      • En la columna que lo divide se encuentra representado Cristo, mientras que en los marcos aparecen representados los doce Apóstoles, junto con algunos vicios y virtudes. 
      • En la curva del arco, toda la corte celestial, el Paraíso y el Infierno. 
      • Finalmente en el tímpano, el Juicio final, con Cristo entre la Virgen, San Juan y los ángeles, separando a los que alcanzan la salvación de los condenados arrastrados al Infierno.




      En el lado derecho tenemos el portal de Santa Ana:
      • En la pilastra una estatua de San Marcelo, quien fuese Obispo de París en el siglo V .
      • En el tímpano se representa a la Virgen entre dos ángeles, y a ambos lados de la misma el Obispo Maurice de Sully y el Rey Luis VII, artífices de la Catedral.




      Y por último, en el lado izquierdo, se encuentra el portal de la Virgen, evidentemente dedicado a ella:
      • En la pilastra divisoria aparece una estatua de la Virgen con el Niño.
      • En la parte superior del tímpano diferentes escenas de su vida, muerte, glorificación y asunción.
      • Y en los marcos, diferentes figuras de Ángeles y Santos.



      En ambos flancos, derecho e izquierdo, se puede apreciar el sistema de contrafuertes y arbotantes que supuso una de las grandes y novedosas introducciones del arte "Gótico". 



      Además, gracias a la bóveda de crucería, las cargas se concentran en  los pilares, permitiendo que los muros se llenen de grandes y elaboradas vidrieras y rosetones (símbolo "solar" o de la "rosa de la Virgen" según quien lo interprete). 

      El "Gótico" es una arte de inspiración divina, dedicado a la exaltación de Dios, por ello a diferencia de las oscuras y recogidas del Románico, sus Catedrales se llenan de luz, la luz divina que debe iluminar al hombre.




      El tejado, a dos aguas, dispone de unos canalillos en el trasdós de los arbotantes, por los que circulará el agua para ser expulsada por las "gárgolas", originales del período "Gótico" a diferencia de las Quimeras que encontramos en las torres y que serían añadidas posteriormente por Viollet-le-Duc.




      Bueno, una vez admirado el exterior nos disponemos a entrar. Se trata de un templo de culto católico romano. Dio la casualidad de que ese día, festivo, se celebraba una misa conmemorativa del papel de los judíos durante la Guerra Mundial, de modo que si al habitual número de turistas que cada hora visitan la Catedral, le añadimos todos los asistentes a la ceremonia, autoridades, seguridad, etc, os podéis imaginar que hacer un recorrido por el interior no resultó tarea sencilla.

      No obstante, a nadie puede dejar indiferente la majestuosidad del templo (130 metros de largo, 50 m de ancho y 35 m de altura con capacidad para 9000 personas), la sensación de recogimiento que produce la penumbra rota sólo por la luz que entra por los magníficos vitrales, y el olor a incienso que flota en el ambiente.





      La iglesia consta de cinco naves separadas por grandes columnas cilíndricas, y un doble deambulatorio que rodea el transepto y el coro. A lo largo del mismo encontramos diferentes capillas, ricas en obras de arte de los siglos XVI y XVII, a las que una vez más, la luz filtrada a través de los grandes vitrales confiere un aspecto "glorioso".



      Del transepto se pasa al coro, con dos columnas en su entrada, estando adosada al pilar de la derecha la bella y famosa estatua de "Nuestra Señora de París" del siglo XIV. El presbiterio está rodeado por un coro en madera tallada del siglo XVIII, y en el centro el altar mayor, con la hermosísima "Piedad" de Nicolás Costou. 

      Y en los dos extremos, los impresionantes rosetones, con sus 13 metros de diamétro y sus mágicos vitrales del siglo XIII, cuya riqueza cromática y cuidada y milimétrica disposición, provocan que el visitante tenga la sensación de que una inmensa estrella acaba de estallar en el interior del templo, dispersando su luz en todas direcciones.






      Y allí, bajo esa mágica luz, puedes sentir como cada piedra, cada cristal, cada imagen, parece querer narrarte la historia de aquellos "constructores de Catedrales" que, quizá guardianes de misteriosos conocimientos sobre la proporción y la armonía del Universo, decidieron transmitirlos, siglo tras siglo, de la manera más hermosa que se pueda imaginar. 

      Y por un fugaz instante, desaparece el convulso mundo que te rodea, y sientes que quizá, al fin y al cabo, aquellos hombre tenían razón y  todos llevamos algo "divino" muy dentro. 

      Bueno, pues esto es todo lo que os quería mostrar hoy. Son varias las entradas sobre arte e historia de París que tengo pendientes, e iré desarrollando poco a poco, Dios mediante. Espero que os haya gustado!

      Muy bienvenidos los nuevos seguidores, muchísimas gracias por todas vuestras visitas y cariñosos comentarios y muy buen fin de semana para todos!

      Un Abrazo y Sed Felices!



      8 comentarios:

      1. qué maravilla!! una catedral como ésa, es normal que tardase casi dos siglos en construirse. de hecho, poco me parece, siendo una época en la que todo se hacía de manera artesanal.
        los conocimientos matemáticos suplían la falta de tecnología. las fachadas de muchos edificios antiguos tenían las dimensiones de un rectángulo áureo, como bien decías.
        la roseta tiene una estructura dodecagonal (doce lados). para dibujarla habría que empezar dividiendo un círculo en doce sectores iguales, que se puede hacer con escuadra, cartabón y compás. esa roseta tiene unos colores preciosos, y a la hora de luz más intensa del día tiene que lucir muchísimo.
        magnífica visita guiada. fuiste afortunada de estar allí.
        besos, mercedes!!

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        1. Gracias Chema, me encanta el análsis que haces! Me alegra muchísimo que te haya gustado, me he acordado mucho de tí mientras lo escribía :)
          Un beso!

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      2. Estupenda entrada Mercedes! Es una de mis catedrales de Francia favoritas. Recuerdo que cuando estuve allí había una pequeña librería instalada en una de las torres en la que me compre un ejemplar de "El jorobado de Notre Dame". Maravilloso souvenir!
        Un abrazo y enhorabuena por el post!

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        1. Muchísimas gracias Alicia me alegra mucho que te guste. Coincido contigo, esta es mi Catedral favorita de todas las francesas.Yo también visité la tienda y compré un imán con la estirga jejeje.
          Muchas gracias por tu comentario
          Un abrazo!!

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      3. Que recuerdos, yo estuve pues como hace ya mil años, en el viaje de estudios del instituto jejeje. La verdad es que es impresionante :)
        Un besazo guapa

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      4. Estupendo reportaje, Merce. Haces que una sienta que está visitando la catedral "in situ" a medida que se va avanzando en la lectura y con el apoyo de las magníficas fotos. Deseando continuar con tus nuevas entradas dedicadas a las torres y a la galería de las quimeras.

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      5. buena leccion de historia y arte , preciosa, ahora tengo que convencer a mi maridito que se anime, parece que Paris no es su ciudad, bes y gracias

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      6. Muchas gracias a todas. Me alegra que os haya gustado.
        Un abrazo!

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