"Art is the only serious thing in the world. And the artist is the only person who is never serious" Oscar Wilde.



"Haz lo necesario, después todo lo posible, y así conseguirás hasta lo imposible" San Francisco de Asís


domingo, 27 de marzo de 2022

CINE Y MODA POR JEAN PAUL GAULTIER

Se celebra estos días en Madrid la exposición "Cine y Moda por Jean Paul GAULTIER", y como buena aficionada a ambos mundos no pude dejar de visitarla. La muestra incluye un amplio abanico de piezas (vestuario, fotografías, carteles...) representativas de esa fructífera relación gestada durante décadas entre la industria del cine y la de la moda, bajo la particular mirada del diseñador que actúa como cocomisario y director artístico de la exposición. A través de un espectacular recorrido, se abre ante nuestros ojos el proceso creativo y esa maravillosa retroalimentación entre la magia y la realidad.

Quizá por eso del orgullo patrio, la primera sala de la muestra recoge la importancia de "El cine y la cultura española para Jean Paul Gaultier", quien desde sus veranos infantiles en el País Vasco, a sus múltiples viajes a lo largo y ancho de nuestra geografía, quedó fascinado (como tantos otros artistas) por la intensidad de la luz, la fuerza del folklore, la sonoridad de música y lenguas... y muy especialmente por la belleza de un vestuario con vestidos de formas ajustadas y volantes, brillantes trajes de luces con lujosos y barrocos bordados, colores suntuosos que irradian vida y pasión. Admirador de las películas de Carmen Sevilla, Luis Mariano o Sara Montiel, la influencia española se deja ver en algunas de sus creaciones. 


Se inicia a continuación un recorrido por los arquetipos de la gran pantalla, no sólo femeninos, también masculinos, como reflejo, exageración o preámbulo del papel de ambos en la sociedad. De la explosiva feminidad de  Marilyn Monroe, a la elegancia y clasicismo de la moda francesa representada por las creaciones de Coco Chanel, Pierre Cardin e Yves Saint Laurent para Delphine Seyrig, Jeanne Moreau o Catherine Deneuve respectivamente. Particularmente me encanta la elegancia de esas líneas sobrias y el eterno juego del blanco y negro; señas de identidad de un mundo en el que vestir bien no sólo era un modo de autoafirmación, de sentirte preparada para comerte el mundo, sino también una muestra de respeto a los demás; un mundo en el que la mujer se sentía orgullosa de su feminidad, de su particular combinación de fuerza y fragilidad, en el que menos era más y no se exaltaba el feísmo, la vulgaridad y la cutrez.


Vestido y chaqueta llevados por Jean Moreau en "Eva" (1962)
Pierre Cardin

Traje sastre y zapatos bicolor llevados por Audrey Tatou en
 "Coco avant Chanel" (2009) Karl Lagerfeld

No podíamos dejar de fijarnos en ellos: desde epítomes de la virilidad como John Wayne o "El Zorro" de Antonio Banderas (qué maravilla de capa y de brocados!) al poder erótico de Marlon Brando en "Un tranvía llamado deseo" (Brando fue uno de los iconos de Gaultier, quien incorporó elementos del vestuario femenino a la silueta masculina, como ese gallo de plumas en la chaqueta de cuero)


En la colección "James Blonde" de 2011, el diseñador quiere recuperar la elegancia británica de James Bond, y aquí encontramos el impactante diseño de Azzedine Alaïa para Grace Jones.

Otra de las secciones de la muestra es la dedicada a las "Mujeres transgresoras en los Estados Unidos de la censura", que se instaló en Hollywood con el llamado "código Hays" (1934).  Iconos como Marlene Dietrich, Greta Garbo o Katherine Hepburn, representaron papeles de mujeres liberadas y excepcionales, incorporando en su vestuario prendas masculinas (el uso de los pantalones fue una auténtica revolución en la moda femenina del siglo XX) y jugaron con el misterio de la ambigüedad. 

Esa ambigüedad cuajada de erotismo, se plasma también en los modelos lucidos en "Orlando", "Tacones Lejanos" o la mítica "Instinto Básico".



Lo que hace la percha, eh!

Pasamos a "Los sesenta: una moda revolucionaria". Los diseñadores del "Swinging London", con sus minifaldas, crearon un prét-à-porter libre y provocador. Modelos como Twiggy y fotógrafos como David Bailey se convierten en ídolos comparables a las estrellas del rock. El cine también acompañó este movimiento, con películas como "La Naranja Mecánica". En Francia, Yves Saint Laurent inauguraba su tienda rive gauche, la ropa se enfocaba a la generación del baby-boom, y atendiendo a las reivindicaciones igualitarias de la época se empieza a popularizar la moda unisex. A partir de 1962, André Courrègues diseñó pantalones para mujer que se podían llevar cada día por la calle; Pierre Cardin empezó a diseñar modelos para la mujer trabajadora e inició la formación de Gaultier en 1970. 



"Pop y Metal": propio de guerreros, el metal es un elemento recurrente en las películas históricas. En esta sección podemos encontrar la icónica armadura de "Juana de Arco" (interpretada en distintas versiones por Jean Seberg, Ingrid Bergman o Milla Jovovich), el vestuario de Tina Turner en "Mad Max", o un imponente vestido llevado por Greta Garbo en "Queen Cristina".



En 1966, Paco Rabanne había causado sensación al presentar en las pasarelas parisinas "12 vestidos imposibles de llevar", elaborados con acero y rhodoid, confeccionados con soplete y que aún hoy son un icono y fuente de inspiración para numerosos diseñadores; prueba de esta admiración por el entorno "futurista" queda en los famosos corpiños de Jean Paul Gaultier.


Y llegamos al momento más especial para cualquier diseñador, y el más glamouroso dentro de las películas ambientadas en el mundo de la costura: "El Desfile".

El desfile de moda tenía lugar salones privados, en los que las modelos presentaban y en algunos casos describían el traje que lucían; sólo se podía asistir con cita previa. Más tarde surgieron las pasarelas, adueñándose de todo el ceremonial, desde los ensayos en el backstage, la prensa y el público. Es esta la sala más llamativa de todas, en la que tanto los juegos de luz como los icónicos modelos y las proyecciones del Hollywood dorado nos recuerdan que hubo un mundo muy distinto al de hoy, un mundo glamuroso, elegante, sensual, en el que la mujer era la gran protagonista, y al que gracias a la magia del cine y de la costura, podemos regresar para sentirnos estrellas por un día.




Y para terminar, como barroco y merecido homenaje al cine y a sus estrellas, el vestuario de un Papa que nada tiene que envidiar en irreverencia al sorrentiniano, elaborado con seda adamascada, encaje, piedras, raso, lentejuelas, y fotos plastificadas de Judy Garland o Humphrey Bogart.  Show must go on!

Vestuario llevado por Ringo Star en Lisztomanía (1975)
Shirley Russell


Bueno, pues esto es todo lo que os quería contar hoy. Espero que os haya gustado este recorrido virtual, y os haya picado el gusanillo para visitar la exposición. Muchas gracias por vuestras visitas y cariñosos comentarios. Os deseo una estupenda semana.

Un Abrazo y Sed Felices.


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