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"Haz lo necesario, después todo lo posible, y así conseguirás hasta lo imposible" San Francisco de Asís


sábado, 28 de enero de 2017

"221b Baker Street"

Sin duda una de las direcciones más famosas del mundo, y visita obligada para todos los que, como yo, admiramos incondicionalmente al mayor detective de todos los tiempos, "Mr. Sherlock Holmes".

Situada cerca de Regent´s Park, "Baker Street" constituye una importante arteria londinense, por la que hoy circulan en lugar de los coches de caballos en que se desplazase nuestro querido detective, fundamentalmente los archiconocidos autobuses rojos de dos pisos, los típicos "cabs" y los buses turísticos.

Allí, en el 221b, vivieron "Sherlock Holmes" y su fiel amigo y compañero el "Doctor Watson", entre 1881 y 1904.  Y allí, abrió por primera vez sus puertas el "Sherlock Holmes Museum" el 27 de Marzo de 1990.

Fue inaugurado por la dirigente del Ayuntamiento de la ciudad de Westminster, quien colocó la famosísima placa azul indicando la dirección: "221b Baker Street". La letra colocada junto al número, nos indica que se trata de un apartamento, situado en el primer piso de una casa de huéspedes residencial; en efecto, la que regentaba otra buena conocida nuestra, la "Sra. Hudson".

Si como yo eres un  "Sherlockmaníaco" no puedes marcharte de Londres sin visitar el Museo, pero aún si no lo eres, no deberías dejar pasar la oportunidad de visitarlo, pues te permitirá realizar un maravilloso viaje en el tiempo, para ser testigo privilegiado del estilo de vida de la Inglaterra victoriana, gracias a la cuidadísima recreación de las habitaciones, mobiliario y objetos de la época. De modo que... os apetece acompañarme?


Construida en 1815, la casa de "Sherlock Holmes" se encuentra dentro de los edificios catalogados por el Gobierno de su Majestad como de grado 2, debido a su "especial interés arquitectónico e histórico" (para hacernos idea de su importancia, sólo castillos y catedrales tiene ese rango).

En la puerta, nos recibe un miembro del  "Metropolitan Police Service" o "Scotland Yard" (quienes consultasen con Holmes muy frecuentemente), que nos ofrecerá muy amablemente la característica gorra de cazador de "Sherlock", así como su icónica pipa curvada, para que nos podamos fotografiar sintiéndonos detectives por un instante.



La primera vez que se describe el apartamento de "Baker Street", en "Estudio en escarlata", se dice que consta de "un par de habitaciones cómodas y una única y espaciosa sala de estar, alegremente amueblada, iluminada por dos amplios ventanales".

Pues bien, 17 escalones nos conducen desde la planta baja hasta el primer piso, en el que encontraremos  la citada sala de estar, utilizada por "Holmes" y "Watson" como despacho (era aquí donde recibían a sus clientes, desayunaban, repasaban el periódico del día, e incluso donde "Sherlock" realizaba sus experimentos de química o se "concentraba" tocando el violín). 

Antes de entrar en la sala encontramos un recibidor, presidido por supuesto por el retrato de la Reina Victoria. Allí descansan los paraguas de los ilustres inquilinos, así como los periódicos y la correspondencia del día. Indicándonos la entrada, la figura de cera de un joven paje.



A continuación nos disponemos a entrar en el despacho, y he aquí que nos viene a recibir el mismísimo "Doctor Watson"!! Muy amablemente nos saluda y nos pregunta de donde venimos, de modo que al decirle que de España, nos responde en español que si de Barcelona jejej. "No, de Madrid" le digo. "Ah, capital" responde él con una amplia sonrisa!

Con toda la gentileza de un caballero inglés, nos invita a contemplar y fotografiar a nuestro gusto la gran cantidad de objetos que pueblan la sala: el maravilloso violín de "Holmes", su pipa y su lente de aumento, sus libros (que ocupan múltiples rincones), los tubos de ensayo con las mezclas en las que trabajaba, e incluso el propio maletín del doctor con su instrumental médico. 

Todo en la sala desprende un ambiente cálido y acogedor, victoriano el mobiliario, la chimenea, el papel de las paredes, las lámparas, los cuadros, relojes, cerámicas...Toda una delicia para los que hubiésemos deseado vivir en la Inglaterra de aquellos años.

Pero sin duda, lo más emocionante es que, antes de invitarnos a dar una vuelta por la casa, el buen doctor nos ofrece tomar asiento, nada más y nada menos que en la silla de "Sherlock", para compartir con él unos momentos de charla. Que impresionante sensación!




Bueno, dejamos a nuestro amigo "Watson" recibiendo a más visitantes, y empezamos a curiosear la casa. En este primer piso, junto al despacho y orientado hacia la parte trasera de la casa tenemos el dormitorio de "Holmes". Sus trajes en el perchero, su  gorra sobre la cama... todo preparado, en espera de que un cliente nos consulte y "comience el juego!"


Sus objetos personales, sus libros, y numerosos recuerdos de sus casos. Aunque quizás esté todo "extrañamente, demasiado ordenado", como si alguien no quisiera que encontrásemos muchas pruebas



Dejamos la habitación de "Holmes" y subimos un segundo tramo de escaleras, hasta la segunda planta, en la que se encuentran los dormitorios del Doctor y de la "Señora Hudson".


El dormitorio de "Watson" da a un patio de la parte trasera de la casa. Hoy está repleto de libros, fotografías, grabados y periódicos, de la época en la que acompañaba a su amigo "Holmes" en cada una de sus aventuras, actuando además como cronista (podemos encontrar incluso algunas de sus anotaciones). A él le debemos por tanto, seguirlas disfrutando generación tras generación (siempre con el permiso de Sir Arthur Conan Doyle por supuesto! jejeje)




Encontramos aquí también muchos recuerdos de su época militar, así como de aquella en la que ejerció la medicina: grabados, un revolver, un maletín, un tensiómetro, los frascos en los que guardaba las formulas magistrales...



Pero sin duda uno de los objetos más interesantes de esta habitación es la que podríamos llamar "la auténtica silla de Sherlock Holmes"; la silla de mimbre original, que inmortalizase el famoso ilustrador "Sidney Paget" al representar a nuestro querido detective sentado en ella. Con esta imagen quedará para siempre en nuestra memoria. Dicho grabado se encuentra colocado sobre la silla.



Vayamos ahora a la habitación contigua, la de la "Señora Hudson". En ella encontramos un papel pintado en tonos pastel, cortinas azules y fuego en una alegre chimenea; se nota, sin duda, que estamos en el dormitorio de una mujer. 



Por toda la habitación podemos encontrar una variada colección de objetos de nuestro detective (reproduciendo con asombrosa fiabilidad los detalles que se narran en cada una de las novelas), así como una selección de cartas escritas y recibidas por él. 






En la pared, un retrato de "Holmes" tal y como nos lo describe "Watson" en "Estudio en escarlata": "Su estatura sobrepasaba los seis pies, y era tan extraordinariamente enjuto, que producía la impresión de ser aún más alto. Tenía la mirada aguda y penetrante, y su nariz, fina y aguileña, daba al conjunto de sus facciones un aire de viveza y de resolución".


Finalmente, en una esquina de la habitación encontramos un bello busto en bronce de nuestro detective, y un libro de visitas en el que por supuesto firmamos, brindándole así nuestro cariñoso y respetuoso saludo.


Subimos ahora al tercer piso, dedicado a la representación de algunos de los personajes y escenas de las novelas más famosas de Sir Arthur Conan Doyle. Un pequeño "museo de cera", que sin duda hace las delicias de todos aquellos que hemos devorado esas magníficas historias una y otra vez.

Así tenemos a Jack Prendergast, cabecilla de los presidiarios en la “Aventura de la corbeta Gloria Scott“, a Violet Hunter (por quien "Holmes" no volvió a mostrar interés para disgusto de su buen amigo el doctor), asombrada al encontrar una mata de pelo idéntica a la suya en "The Copper Beeches", y al doctor Grimesby Roylott probando su propia medicina en "La banda de lunares".


Encontramos a nuestro amigo Wilson afanado en copiar la "Enciclopedia Británica" a cambio de sus cuatro libras semanales en "La liga de los pelirrojos".


Vemos a  Lady Eva Brackwell dando muerte a su repugnante chantajista, "la peor persona que hay en Londres", en "La aventura de Charles Auguste Milverton". Todo esto sucede, además, junto al archienemigo de "Holmes", "el Napoleón del crimen", el profesor Moriarty, predestinado a morir en "El problema final"


Nos encontramos también con Neville St. Clair mendigando, disfrazado como "El hombre del labio retorcido". Junto a él, el mayordomo Brunton yace sobre el cofre que contiene tan valioso tesoro en "El ritual de los Musgrave".


Por último, "El sabueso de los Baskerville" nos dice adiós, delante de Irene Adler (la unica mujer que pudo vencer a "Sherlock Holmes", ganándose para él la consideración de "La Mujer") y al Rey de Bohemia, peleando por la comprometedora carta que puede desencadenar todo un "Escándalo en Bohemia".


Hay también en la casa un pequeño altillo, en el que encontramos un aseo, y un juego de maletas, en espera de que nuestros amigos las necesiten para una nueva aventura.




Bueno, pues ya sólo nos queda despedirnos de nuestro anfitrión, el entrañable "Doctor Watson", quien nos pide que no tardemos mucho en hacerle una nueva visita y nos desea muy buen viaje de vuelta a Madrid.

Sin embargo, no podíamos abandonar el museo sin pasar por su pintoresca tienda de recuerdos! Situada en la planta baja, junto a la puerta principal, conserva esa maravillosa ambientación victoriana, ofreciendo al visitante una plétora de objetos conmemorativos, desde jarras, bolígrafos, llaveros, placas, juegos, camisetas, manteles... Un llavero, un bolígrafo y un mantelito para el té se han venido conmigo a Madrid jejejej.



Finalmente, si queremos rendir a nuestro querido detective el homenaje que merece, no podemos marcharnos sin visitar la impresionante estatua de bronce que se encuentra justo a la salida de la estación de metro de "Baker Street". 


Su origen es bastante curioso. Antes de que el Museo abriera sus puertas en 1990, el inmueble situado entre el 219 y el 229 de "Baker Street" fue ocupado por la "Abbey National Building Society". 

Los lectores y admiradores de "Holmes" en todo el mundo no habían dejado de escribirle ni un solo día a su dirección, el 221b, de modo que era tal la avalancha de cartas que se recibían en la Abbey Society, que la empresa decidió nombrar a algunos de sus empleados "secretarios de Sherlock Holmes" y dedicarlos a atender su correspondencia ☺(adoro a los ingleses!). 

Y así, para honrar a los miles de personas en todo el mundo que demostraban día tras día, año tras año, su respeto y admiración por un personaje tan querido que ha trascendido la ficción, convirtiéndose para siempre en inmortal, tuvieron el detalle de costear esta enorme y bella estatua, en 1999, en conmemoración del 150 aniversario.


Y de este modo hemos llegado al fin de nuestro recorrido tras los pasos de "Sherlock Holmes". Espero que hayáis disfrutado un poquito, y quiero dedicar especialmente esta entrada a mi amigo Chema, quien, como yo, es un apasionado de "Sherlock" ☺.

Sin más, me despido dando la bienvenida a las nuevas seguidoras, y agradeciendo como siempre todas vuestras visitas y cariñosos comentarios, que como repito cada día, son el verdadero motor del blog. Os deseo a todos una magnífica semana.

Un Abrazo y Sed Felices!




6 comentarios:

  1. qué guapa con la gorra de holmes y con la pipa! y conociste a watson, qué honor!! ;)
    qué buena idea escenificar algunos de los relatos. conan doyle consideraba 'la banda de lunares' el mejor de todos. mi favorito es 'un caso de identidad', en el que descubría a un hombre con una falsa identidad a través de las deficiencias de su máquina de escribir.
    en la aventura de charles augustus milverton, actuaba fuera de la legalidad al robar documentos de la caja fuerte de ese despreciable personaje. como watson dijo alguna vez, era una suerte que holmes hubiera puesto su talento al servicio del bien.
    en la colección que tengo yo vienen las ilustraciones de sidney paget, así que tengo muy interiorizada la imagen de holmes alto y delgado, con barbilla prominente y nariz aguileña.
    gracias por compartir tus fotos de ese fantástico museo, y por dedicarme esta entrada. besotes, guapa!! :*

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    1. Hola Chema, muchísimas gracias a ti por tus comentarios! Me alegra mucho que te haya gustado, sabía que lo disfrutarías pues eres Sherlockmaniaco como yo jejejej. La verdad es que el museo es increíble, y todo el mundo es súper amable, te dejan recorrer todo a tu aire, hacer todas las fotos que quieras... Watson es muy simpático!
      Además, como bien sabes, me encanta la Inglaterra victoriana, de modo que podría quedarme a vivir en esa casa jejeje. la ambientación es extraordinaria.
      Un besazo guapo!

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  2. ¡Gracias por el paseo y la visita virtual, Mercedes!
    Besos

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    1. Muchas gracias a ti Isabel, por tu visita y tu comentario!
      Un beso!

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  3. Qué chulada de viajes haces, Mercedes, ¡me encanta Sherlock!
    Un abrazo.

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    1. Muchas gracias Ilona! Me alegra que te haya gustado, si eres fan de Sherlock no dudes en visitar su casa, te encantará.
      Un beso!

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